Para empezar, consideremos que existen varios indicadores que expresan en números las prestaciones de un auto.
Dos de éstos (y para algunas personas los más importantes) son el torque y la potencia. Ambos se basan en principios físicos, y ahora te hablamos de cada uno:
Torque
Este indicador refleja la fuerza que produce el sistema motriz (newtons/metro) y la facilidad con la que se puede mover el vehículo, con o sin carga.
Mientras mayor sea el torque, mayor será la capacidad de mover grandes pesos y de mantener la velocidad.
Un mayor torque también se puede traducir en economía/ahorro de combustible, ya que el motor se debe esforzar menos (bajas revoluciones o rpm) para lograr las prestaciones deseadas, además de tener mejor capacidad para recuperar velocidad y mover carga.
Potencia
Esta nos indica la rapidez con la que trabaja el motor. De hecho, si el trabajo se realiza en poco tiempo quiere decir que la potencia del motor es mayor.
La potencia (caballos de fuerza o kilovatios) se genera cuando el motor aplica el torque a una cantidad determinada de revoluciones por minuto.
De hecho, a mayores revoluciones, la potencia se incrementará. Ésta resulta de multiplicar el torque por las revoluciones por minuto.
¿La diferencia?
El torque se basa en la fuerza de empuje que produce el motor y la potencia en la rapidez con la que este trabaja para aplicar esa fuerza.
En la práctica, la regla es que un auto con mayor potencia generará gran velocidad punta (pero menos capacidad de carga), mientras que uno con mayor torque significará mayor empuje (pero menos velocidad).