Lo primero que se debe hacer cuando la temperatura del motor está por encima de lo normal, es decir, más de 90° C, es detener el auto y apagarlo, esto sin comprometer la seguridad de los ocupantes con maniobras arriesgadas.

Después hay que dejar que el motor apagado se enfríe lentamente por un tiempo prudencial (30-45 minutos), hay que abrir la tapa del depósito del refrigerante y verificar su nivel, esto debe hacerse con mucha precaución, ya que al hacerlo pueden liberarse vapores que pueden generar quemaduras.

Si el refrigerante está por debajo de la marca, habrá que reponerlo. También se puede aprovechar para revisar que no hayan fugas en el depósito, las mangueras o las juntas.

Si el recalentamiento se debió a una situación aislada o del momento lo más probable es que al encenderlo éste se mantenga en su nivel ideal de temperatura.

Sin embargo, si el recalentamiento persiste o vuelve rápidamente se recomienda visitar a un especialista.

Prevención

La mejor manera de evitar este mal momento es realizar el servicio preventivo del sistema de refrigeración: controlar con regularidad el nivel del líquido de refrigerante, comprobar el correcto funcionamiento del electroventilador, purgar el circuito, verificar que ni la tapa del depósito y ni las juntas tengas fugas.

Estas pequeñas cosas pueden evitar hasta que el motor se funda, que podría ser el peor de los escenarios cuando éste se recalienta.